El Reglamento Técnico de Instalaciones Eléctricas (RETIE) exige identificar y gestionar correctamente las áreas clasificadas, es decir, aquellos espacios en los que puede existir presencia de atmósferas explosivas por gases, vapores o polvos. Una clasificación precisa es la base para seleccionar equipos adecuados y garantizar la seguridad de las personas e instalaciones.
2. Sistema de clasificación de zonas
El RETIE adopta, para gases y vapores, la división en Zonas 0, 1 y 2, y para polvos combustibles las Zonas 20, 21 y 22:
Zona 0 (Gases/Vapores):
Área donde la atmósfera explosiva está presente de forma continua o durante largos periodos.
Zona 1 (Gases/Vapores):
Área donde la atmósfera explosiva puede aparecer en condiciones normales de operación de manera ocasional.
Zona 2 (Gases/Vapores):
Área donde la atmósfera explosiva no es probable que aparezca en condiciones normales o, si ocurre, será por un breve periodo.
Zona 20 (Polvos):
Área donde nubes de polvo combustible están presentes continuamente o largos periodos.
Zona 21 (Polvos):
Área donde nubes de polvo combustible pueden formarse ocasionalmente en condiciones normales.
Zona 22 (Polvos):
Área donde nubes de polvo combustible no suelen formarse en operación normal, o sólo durante breves intervalos.
3. Pasos para determinar la clasificación
Identificación de sustancias peligrosas
Inventario de gases, vapores y polvos presentes
Caracterización de sus propiedades inflamables (punto de inflamación, concentración mínima de inflamabilidad)
Evaluación de condiciones de operación
Frecuencia y duración de posibles fugas o emisiones
Ventilación natural o forzada
Delimitación de áreas
Dibujo de planos señalando límites de cada zona
Verificación in situ mediante muestreos y análisis
Documentación y registro
Memoria técnica donde se justifique cada clasificación
Planos actualizados y señalización según RETIE
4. Selección de equipos y protecciones
Una vez clasificadas las zonas, es imprescindible elegir equipos certificados para la zona correspondiente:
Grupos de gases (IIA, IIB, IIC) y temperatura de superficie (T1 – T6)
Grupos de polvos (IIIA, IIIB, IIIC) y nivel de protección
Sistemas de puesta a tierra y conexión equipotencial
Sellos, juntas y empaques adecuados
Además, implementar barreras de seguridad (intrínsecamente seguros, presurización, encapsulado) y sistemas de detección de fugas.
5. Mantenimiento y revisión periódica
La clasificación no es estática. Debe revisarse:
Tras cambios en procesos, sustancias o configuración de la instalación.
Al realizar intervenciones de mantenimiento mayores.
Cada vez que se modifiquen las condiciones de ventilación o se instalen nuevos equipos.
Registrar los informes de inspección y actualizar planos y manuales.
6. Puntos clave
Conocer la sustancia: Identificar propiedades inflamables y índices de riesgo.
Evaluar condiciones reales: Frecuencia de presencia de atmósferas explosivas y tipos de ventilación.
Delimitar zonas con precisión: Reflejar en planos y señalizar según normativa.
Equipos certificados: Seleccionar en función de zona, grupo de gas/polvo y temperatura.
Revisiones periódicas: Validar clasificación tras cualquier cambio y documentar todos los ajustes.
En ODIR Certificaciones SAS, nuestra experiencia como ingenieros RETIE nos permite acompañar cada proyecto desde la determinación de zonas clasificadas hasta la puesta en marcha segura, cumpliendo la normativa y protegiendo vidas.
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